De Europa, Poke Mio tiene el bagaje de los estudios universitarios de Carmine en Florencia, más el contacto cercano de media vida con la culinaria italiana.
Con el respaldo de 2 empresarios genoveses, implementó en Bogotá la idea de proyectar el poke -con acento en la e-, platillo distintivo de Hawái, Polinesia, que en la década del 80 fue asimilado en América por la cultura culinaria de California, Estados Unidos. Desde allí ganó popularidad a lo largo de la costa oeste norteamericana a medida que lo fusionaban con ingredientes típicos de la cocina japonesa, con influencias de Sur América, con acentos de la gastronomía de India, además de ciertos aromas de la cocina mexicana.
Entonces llegó a las manos de Carmine Pini. Con lo mejor de esos saberes y sabores incorporó su toque florentino y compuso exclusivamente para Colombia una carta de visión global con aplicación local, que además de incluir insumos de producción nacional, hizo espacio para dos homenajes a nuestro país. El resultado de su selección de ingredientes convirtió cada Poke Mio en una delicia y una opción completa, equilibrada, nutricionalmente interesante. El menú creado tiene una característica particular y de tendencia: únicamente se entrega a domicilio a través de plataformas.
“La calidad del producto y la rapidez de preparación y entrega son nuestros fuertes. Al principio fueron pocos pedidos y ahora es impresionante”, señala Pini al referirse a la aceptación que no para de crecer, tal como lo demuestra que antes de cumplir un año como empresa, ya tienen en operación 3 centros de producción para cumplir la demanda a domicilio desde Rosales, Cedritos y Ciudad Salitre.
El chef Carmine encabezó las pruebas para adicionar arroces y otros cereales, o el spaghetti di zucchini y el kale (col crespa); finalmente, propuso servir sus pokes en bowls y se aseguró de que el pedido sea recibido recién preparado y para consumir con total comodidad. “Es el recipiente ideal para que contenido llegue perfecto a cada domicilio”, explica.
La presentación más usual de un Poke Mio tiene como protagonistas una selección de carnes, pescados, mariscos o proteínas veganas, condimentados y aromatizados con especias y salsas de varios orígenes que van cortados en dados o julianas y combinados con vegetales y frutas.
Encima de todo dejan caer flores comestibles, antes de ‘sellar’ cada platillo con semillas variadas. “Y por supuesto, con la salsa del chef”, agrega Pini y deja claro que un Poke Mio es ligeramente picante, ni dulce ni salado. “Nuestras carnes son marinadas. Para mí es vital que la preparación sea con productos frescos, recién cortados”.
El menú especialmente creado para llevar hasta los hogares y oficinas, se ofrece a la carte, pero también permiten que cada cual componga su poke al gusto, entre un buen número de deliciosas alternativas.
En homenaje a Colombia creó el Poke Criollo y el Costeño. El primero con arroz integral, salmón noruego, palmitos, mango biche, y tomate cherry, mientras que el segundo lleva arroz integral, atún indonesio crudo, aguacate, tomate cherry, chips de plátano dulce, adornado con flores comestibles, semillas de ajonjolí tostadas y de chía. “Escogimos el aguacate porque la gente acá en el país lo consume en todo, en un ajiaco, en un arroz con pollo”, agrega Pini.
El chef propone “mezclar Colombia y la Italia a través de los colores y sabores que nos identifican como países”. Lo menciona porque no es casualidad que algunos de sus pokes lleven el rojo de la bandera italiana representado por el tomate, “el verde de las colinas de Florencia y la Toscana está en la albahaca. Y el blanco, en nuestro queso mozzarella y los palmitos”.