Por: Lucía Montealegre
Crédito fotos: Damarys Cano y Álvaro Camacho
Bañada por las aguas cristalinas del Caribe, Cuba cautiva con su encanto único y su rica historia. Más allá de sus playas paradisíacas y su música vibrante, esta maravillosa isla ofrece una experiencia turística inigualable que combina la calidez de su gente, su patrimonio cultural y una diversidad de paisajes cautivadores.
Hoy conoceremos algunos de los más importantes atractivos de su capital La Habana, una ciudad que mezcla historia, cultura, música y autenticidad invitando a los turistas a sumergirse en sus calles llenas de vida y explorar un mundo que parece estar detenido en el tiempo.
Iniciamos el recorrido por El Malecón, un lugar que ofrece una extraordinaria vista del mar y que es el punto de encuentro para locales y turistas. Aquí, la auténtica vida cubana cobra vida con músicos callejeros, pescadores y familias disfrutando del atardecer, ya que desde aquí se pueden apreciar los más bellos ocasos de la isla.
Fue diseñado como un pequeño paseo marítimo a principios de la década de 1900 y desde 1950 se construyó la carretera del Malecón, con seis amplios carriles por los que desfilan permanentemente carros antiguos que hacen parte de uno de los más destacados atractivos locales.
Adentrándonos en la ciudad llegamos al casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y más conocido como La Habana Vieja, testimonio vivo de la rica historia y la herencia colonial de la isla caribeña. Esta zona es un laberinto de calles empedradas unidas por encantadoras plazas y conformada por edificios que datan de los siglos XVII y XVIII.
Sus coloridas fachadas cuentan la historia de la Cuba colonial, adornada por grupos musicales y artistas que impregnan una atmósfera nostálgica al recorrido. La vibrante vida nocturna le permite a los turistas disfrutar desde clubes de música en vivo hasta bares históricos y espectáculos de cabaret, hay algo para todos los gustos y preferencias en esta emocionante ciudad caribeña.
Y caminando por esas calles de la Habana Vieja, sobresale majestuoso el Capitolio de La Habana, una espectacular edificación inaugurada el 20 de mayo de 1929, por el entonces presidente Gerardo Machado. Se ubica en los límites de Centro Habana y La Habana Vieja, hacia el extremo sur del renombrado Paseo del Prado.
Este es uno de los principales atractivos turísticos de La Habana, con visitantes que vienen desde todo el mundo para admirar su impresionante arquitectura y aprender sobre su fascinante historia.
Es una construcción de piedra caliza blanca y granito en la que participaron más de 5.000 obreros y se invirtieron cerca de 17 millones de dólares. En la entrada se aprecian gigantescas columnas dóricas y, a cada lado en lo más alto de la escalera dos esculturas de bronce, una masculina y otra femenina de 6,70 metros cada uno obra del italiano Angelo Zanelli.
Su cúpula de 62 metros está rematada con una réplica de la estatua de bronce del escultor del siglo XVI Giambologna y en la planta superior, justo en el centro debajo de la cúpula, alberga un diamante de 25 kilates. Como curiosidad, es interesante saber que la distancia por carretera entre La Habana y cualquier otra ciudad del país se calcula desde este mismo punto.
La edificación cuenta con diferentes salones entre los que sobresale el Salón de los Pasos Perdidos, denominado de esta forma por su acústica, en el centro se puede observar la Estatua de la República, una gigantesca mujer de bronce de 14,60 metros de altura, y más de 30 toneladas, que simboliza la virtud tutelar del pueblo y el trabajo.
Y al lado del Capitolio se destaca imponente el Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso" uno de los monumentos culturales más emblemáticos de Cuba y un hito arquitectónico en la ciudad y escenario de prestigiosas compañías de ballet, ópera y teatro de todo el mundo. Además de las presentaciones regulares, el teatro también alberga eventos especiales, festivales y galas benéficas que atraen a aficionados y artistas de todo el mundo.
El edificio es una obra maestra arquitectónica de estilo neobarroco y neorrenacentista, diseñado por el arquitecto belga Paul Belau y el ingeniero italiano Albeto Camuzi, que cuenta con un majestuoso vestíbulo decorado con mármoles y frescos, y una sala principal, con capacidad para más de 1.500 espectadores.
Continuamos con nuestro recorrido y llegamos a la muy renombrada Plaza de la Revolución, uno de los símbolos políticos y arquitectónicos de La Habana y el lugar de concentración de las grandes marchas revolucionarias en las que se convocaban discursos de Fidel Castro.
Esta enorme plaza, con 72.000 metros2, obra del urbanista francés Jean Claude Forestier en la década de 1920, está vigilada por dos retratos gigantes elaborados en acero del comandante Ernesto “Che” Guevara, ubicado en el edificio del Ministerio del Interior en el que se muestra la frase “Hasta la Victoria Siempre”; y el otro en el edificio colindante del Ministerio de Telecomunicaciones en el que aparece Camilo Cienfuegos, otro de los líderes de la revolución cubana.
En el centro de la plaza se encuentra el Memorial José Martí, un monumento al pensador y poeta cubano José Martí (1853 - 1895) que cuenta con casi 142 metros de altura y 78,50 metros de diámetro, siendo la estructura más alta de toda la ciudad. Se trata de una torre en forma de estrella, presidida por una estatua del artista sentado como “El pensador de Rodin” elaborada en mármol blanco que cuenta con 18 m de altura y rodeada por seis columnas, que representan las seis provincias que existían en Cuba antes de la división político-administrativa actual.
Este edificio, que se encuentra a 129 metros sobre el nivel del mar y está localizado 10 m de la cima de una montaña, es considerado como el punto más alto de la ciudad (superando los 62 m de la cúpula del Capitolio). Desde su mirador se puede tener una visión panorámica de la Habana de hasta 50 km. de distancia.
En la base del monumento se encuentra un museo, que fue inaugurado el 1ro. de febrero de 1996, se encuentran cuatro salas de exposiciones y una sala de actos con capacidad para 100 personas. Ofrece una permanente programación de actividades culturales, conferencias, presentaciones de libros y conciertos de pequeño formato.
Además, tiene dos salones que acogen una exposición permanente de Martí en el que se observan objetos significativos de su vida, sus frases memorables, así como otras reliquias que incluyen grabados, dibujos, iconografía, primeras ediciones de sus obras, un mural de cerámica veneciana creado por el artista cubano Enrique Caravia Montenegro, entre otros.
El Hotel Nacional es uno de los más representativos en La Habana, fue construido en 1930 con un estilo ecléctico, art decó y fue declarado Monumento Nacional por su valor artístico e histórico; además recibió la distinción de Memoria del Mundo otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, siendo el primer hotel que recibe esta distinción.
Se encuentra ubicado sobre una colina en el saliente de Punta Brava desde donde se puede apreciar una de las más espectaculares vistas del Malecón y de la costa. Importantes personalidades como políticos, artistas, científicos, incluso conocidos mafiosos italoamericanos han sido sus huéspedes. Entre ellos: Eduardo VIII, Príncipe de Gales; Ernest Hemingway, el descubridor de la Penicilina, Alexander Fleming; el boxeador Rocky Marciano, Frank Sinatra, y actores de cine como Marlon Brando o Ava Gardner.
En la noche uno de los mayores atractivos para los turistas es asistir a la ceremonia del cañonazo que consiste en un disparo de cañón, realizado todos los días ininterrumpidamente a las 21:00 horas y que se realiza desde la Fortaleza San Carlos, conocida también como La Cabaña un impresionante ejemplo de arquitectura militar colonial.
Actualmente es considerado un vistoso espectáculo para los turistas que tienen la oportunidad de ser parte de una recreación del pasado que integra voces y movimientos del Reglamento de Infantería de la España colonial. Con el retoque del tambor aparecen marchando soldados de la Corona española uniformados a la usanza de la segunda mitad del siglo XVIII, un oficial, un tamborilero, un portaestandarte, varios artilleros y un farolero que va contando la historia del cañonazo.
En este lugar, los visitantes podrán explorar sus imponentes muros y disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y la bahía desde lo alto de sus bastiones. La fortaleza alberga varios museos y exhibiciones, además de una amplia oferta gastronómica y tiendas de recuerdos.
Por supuesto no podemos dejar de lado la vida nocturna en La Habana, mezcla de música, baile, cultura, entretenimiento y exquisita gastronomía. Estas son algunas de las opciones más destacadas para disfrutar de la noche en la capital cubana:
Tropicana es un icónico cabaret al aire libre, famoso en todo el mundo por sus espectáculos de música y baile, con coloridos trajes, impresionantes coreografías y una atmósfera inigualable que ofrece una experiencia única que combina la tradición y la elegancia con la pasión y los ritmos cubanos.
Por su parte, en la Habana Vieja, La Bodeguita del Medio es una histórica taberna, punto de encuentro popular tanto para locales como para visitantes. Aquí se puede disfrutar de música en vivo, cócteles cubanos y una animada atmósfera que recuerda los días de antaño; se dice era uno de los lugares favoritos del escritor Ernest Hemingway.
El Floridita es otro famoso bar reconocido por ser el lugar donde se inventó el daiquiri. Además de degustar esta deliciosa bebida, los visitantes pueden disfrutar de música en vivo y de la animada atmósfera de este emblemático establecimiento.
Así terminamos nuestra ruta por este maravilloso destino, sin duda muchos más lugares quedaron por conocer y disfrutar, esperamos regresar pronto para seguir descubriendo la magia de Cuba.
Ofrecemos un especial agradecimiento al Instituto Internacional de Periodismo José Martí, a todo el personal del Hotel El Costillar de Rocinante, liderado por la señora Elaine, a Patricia Zorro por todo su apoyo en esta maravillosa travesía con un espectacular grupo de viaje que se convirtieron en grandes amigos de aventura.
