Al reservar las microestancias que ofrece BYHOURS (3, 6 y 12 horas), los viajeros pueden disfrutar de todos los espacios de los hoteles de Latinoamérica, como las zonas húmedas, zonas de descanso, salas de reuniones, restaurantes, gimnasios y las más exclusivas y cómodas habitaciones. Ha sido gracias a la acogida que esta tendencia ha tenido en los últimos años, que la compañía se ha convertido en un jugador clave en el sector hotelero en América Latina entregando dinamismo y evolución.
La industria hotelera es consciente que debe seguir evolucionando e innovando, hace más de 10 años el sector sufrió un golpe con el concepto de AirBnb, el que no ha dejado de ser un competidor para el hotel y los servicios que se ofrecen. Es por esto que iniciativas como BYHOURS ayudan a seguir atrayendo a los usuarios con diferencias. Para la empresa, iniciar la conquista de Colombia y de Bogotá fue la plataforma para llegar a mercados como Chile y Brasil.
“Colombia siempre ha sido muy importante para nosotros, para abrirnos al mercado de las regiones y para llegar a otros destinos. A nivel global hemos podido superar los 200.000 usuarios únicos y ya pasamos en 2018 las 96.000 reservas”, comenta Maruxa Ribao, Manager Regional de las Américas. Igualmente BYHOURS sabe que es importante destinar todo el tiempo recursos para lo que ve y lo que no ve el usuario, esa parte con la que el hotelero puede trabajar y con la que se conectan las empresas.
“Las tendencias actuales del mercado pasan por la adaptación de servicios y productos para el cliente y el sector hotelero no se podía quedar atrás. Nuestros esfuerzos se centran en consolidar nuestra expansión en Latinoamérica, por lo que estimamos un crecimiento del 700% durante los próximos 12 meses, así como la viabilidad de incorporar más de 2.000 nuevos hoteles en las principales ciudades de América Latina como Buenos Aires, Bogotá , Ciudad de Panamá, Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey”, expresa Ribao.
Así, el crecimiento del mercado y el potencial que se ha encontrado en Latinoamérica obliga a que las compañías formen un equipo pensado únicamente en el desarrollo de las microestancias, donde se hable un mismo idioma, se manejen mismo horarios y donde la afluencia de tráfico nacional como internacional se siga potenciando en las diferentes ciudades, permitiendo que profesionales, viajeros y familias que están de paso o que llegan a visitar un país reciban la mejor atención hotelera.