Las celebraciones de quince años y lunas de miel han evolucionado paulatinamente. Las fiestas familiares se han transformado y los momentos especiales esperan ser complementados con experiencias que brinden recuerdos inolvidables.
Según las cifras del estudio global de Booking, la generación Z prioriza los viajes ante pertenencias materiales o experiencias más fugaces, esta puede ser una razón por la cual las adolescentes prefieren elegir un viaje frente a una fiesta de quince años tradicional.
En este punto, el 69% tiene una lista de lugares a los que quiere viajar a lo largo de su vida, en esta lista 92% de los jóvenes de Colombia tienen planeados sus destinos. Bariloche es uno de los destinos más completos para las quinceañeras en temporada de invierno gracias a la diversidad de ambientes y el encuentro de culturas.
Para las quinceañeras se recomienda visitar Bariloche entre los meses de junio a octubre en temporada de invierno y realizar actividades como snowboard, esquí nórdico, heliesquí, paseos en trineo y cuatriciclos, se pueden en cerro Catedra, centro de Esquí Nórdico y Piedras Blancas en niveles de principiante o avanzado.
Para las lunas de miel en temporada de invierno, un plan romántico en pareja es el alquiler de motos de nieve y cuatriciclos que además de motivar la adrenalina, es un buen momento para fortalecer la comunicación de pareja.
La combinación perfecta en la época de invierno es frío y chocolate, así Bariloche produce cerca 1.000 toneladas de chocolate al año y convierte este símbolo insignia en fiesta nacional del chocolate para todos.
Además, en la temporada de invierno Bariloche celebra la Fiesta Nacional de la Nieve, con un calendario repleto de actividades y eventos. Durante esa semana se pueden apreciar distintos shows musicales, concursos, muestras de arte, eventos deportivos y la inolvidable “bajada de antorchas”, donde todos los equipos y escuelas de esquí descienden las laderas portando antorchas encendidas al atardecer.
Bariloche es un destino mágico que acompaña las celebraciones especiales, así momentos como las fiestas de quinceañeras y las lunas de miel marcan la memoria del millón de visitantes que se atreven a disfrutar de la puerta norte de la Patagonia.