Valle del Cocora, Eje Cafetero - Colombia
Por Josefina Schaer, Directora Regional de Relaciones Institucionales de Despegar.
Bogotá, abril de 2024. De acuerdo a la última encuesta sobre el Índice de Confianza en el Turismo de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el 67% de los profesionales del turismo indican unas perspectivas mejores para 2024 en comparación con 2023.
Incluso los viajes de aventura y la búsqueda de experiencias personalizadas son una fuerte tendencia este año para el sector. Vemos cómo el turismo sostenible se ha convertido en una necesidad imperante, porque es evidente de que no sólo los viajeros son más conscientes de su huella ecológica, sino que además las comunidades locales están comprometidas con la conservación ambiental de su territorio.
El 2024 tiene como protagonista el turismo sostenible y, seguramente, se fortalecerá como un criterio clave a la hora de elegir destinos y servicios turísticos por parte de los viajeros.
El turismo sostenible emerge como una herramienta fundamental para la protección del medio ambiente y el desarrollo responsable. Este enfoque busca minimizar el impacto negativo del turismo en las comunidades locales y los ecosistemas, al mismo tiempo que genera beneficios económicos y sociales a largo plazo.
El compromiso de Despegar con la sustentabilidad tiene una larga historia, pero en el último par de años se profundizó muchísimo. No sólo nos concentramos en llevar a cabo cada vez más acciones, sino que nos preocupamos porque esas acciones tengan un impacto real y concreto. Por este motivo redactamos el Decálogo para ser un viajero sustentable, una guía que involucra consejos y tips para ser más conscientes sobre la huella que dejamos en cada lugar que conocemos.
Los esfuerzos en Colombia continúan, en 2023 el país sumó nueve playas con el sello internacional Blue Flag o Bandera Azul, certificación respaldada por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE), lo que representa un hito significativo en la promoción de prácticas sostenibles en sus playas, entre ellas Playa El Edén y Playa Palo Blanco en Santiago de Tolú, ambas en el departamento de Sucre; Playa El Morro en Tumaco, Playa Dorada en Buenaventura, Playa Blanca en Santa Marta y Playa Segunda Ensenada en Coveñas; playa Bello Horizonte, bajo la concesión del Hotel Zuana en Santa Marta, Playa Azul de la Boquilla en Cartagena y la Playa de Johnny Cay en San Andrés.
Sin duda, podemos construir un futuro verde para el turismo colombiano, donde la protección de la biodiversidad y el desarrollo responsable se conjuguen en una experiencia única e inolvidable para todos. El desafío será, como actores clave de la industria, seguir consolidando acciones en contra el cambio climático, a través de la protección de la biodiversidad que de seguro aportará al crecimiento y la promoción del turismo en el país.